08 agosto 2011

Visiones sobre el parto humanizado

UNA TECNICA QUE CRECE
Parir en su casa, tal
como lo hacían las abuelas
Humanizar los partos en busca de la intimidad. En contraposición,
los obstetras que ponen el esfuerzo en las instituciones


(Por Jessica Salvat) Un debate que se ha producido en los últimos tiempos es el de cómo humanizar los partos. En la filosofía de respetarlo se busca la intimidad y hasta se opta por parir en su propia cama, tal como hacían las abuelas. Todo indicaría que tanta intervención médica, y tecnología aplicada al nacimiento, desvirtuó los roles y los protagonistas del parto ya no son la mamá y el bebé, sino los equipos profesionales cada vez más entrenados en la rapidez. Sin embargo, un nacimiento se puede tornar imprevisible y de los métodos con los que se opere dependerá de la vida o pérdida del niño.
En Rosario, el número de madres que desean dar a luz en la comodidad de su hogar se incrementó a gran escala, y un grupo de mujeres denominadas Doulas, se encargan de asistir este tipo de nacimientos. Su principal misión es informar a todas las madres sobre la fisiología del parto y cómo se debe preparar el cuerpo, recursos, masajes, charlas, para que cuando llegue el momento del parto se utilicen todas las técnicas y tanto la madre como el padre puedan estar relajados, en el lugar que elijan de su casa. “Estoy incondicionalmente en el lugar pero trato de no dirigirlas, sino que aplique lo que les enseñamos en los nueve meses y que les salga con la mayor naturalidad posible”, destacó Mariana Bonel, una de las integrantes.

En contraposición, la voz que representa a los médicos obstetras que ponen el esfuerzo diario en las guardias de la Maternidad Martin, el doctor Hugo Arizaga quien defiende con situaciones concretas el nacimiento en una institución. “La mujer que se somete a la modalidad parto humanizado tiene que saber que se sumerge al riesgo de no tener un equipo preparado”. Y afrontar uno de los casos más comunes que puede ocurrir, aunque sea un parto que viene perfecto y hasta el último instante se encuentra bien, puede pasar que se desprenda el bebé de la placenta y necesite rápidamente entrar al quirófano.
Del mismo modo, aseguró que se están confundiendo los términos de comodidad con seguridad y lo ideal es tener un lugar infalible donde se pueda tener todo preparado para cualquier eventualidad.
Sin embargo, para Mariana Bonel de Doulas Rosario, el parto en la casa es una decisión muy personal y la pareja tiene que estar muy preparada para realizarlo, ya que el nacimiento a domicilio no se va a intervenir y la mayoría de las complicaciones que se dan en los hospitales son secundarias y de intervenciones innecesarias. En un parto natural no hay goteo, suero, ni anestesia, mucho menos hay una peridural. “Un parto planificado en el hogar es seguro, en general por ignorancia se lo ataca mucho y es donde está a pleno la fisiología verdadera”, afirmó Bonel.
Muchas manos que están a disposición de una mamá con su bebé, y esa es la mayor tranquilidad que se le puede ofrecer a una familia, además las circunstancias son diferentes ya que los elementos con los que se actúan causa el menor dolor posible, prometió el Dr Arizaga. También agregó que están preparados para recibir cualquier eventualidad, si bien hay tres niveles: uno de bajo riesgo, de intermedio y de alto riesgo, pero en todos los casos siempre es recomendable la institución. “Son mayores las probabilidades que si se necesita de terapia intensiva, se deriva al Hospital Clemente Álvarez, y claro está, no es lo mismo que nosotros llamemos con una emergencia, que muchas veces está prevista que va a ocurrir, a que vayan directamente de su casa”.
Para lo que Mariana Bonel acentuó que los partos en las casas son para mamás y bebés sanos, con embarazos de muy bajo riesgo, de lo contrario no se realiza. “Estoy segura que si hubiesen más obstetras o parteras que se encarguen de alumbrar partos a domicilio, la mitad de las mujeres que se atienden en las instituciones, por lo menos pensarían este tipo de métodos”, sentenció.
Claro está que un parto en la vivienda es una modalidad de antaño y que en el tiempo se ha ido especializando y efectivizando, pero no hay que desvalorizar la tarea que realizan las instituciones, tanto privadas como públicas pero se propone volver a escuchar los tiempos de la naturaleza, que no son otros que los tiempos de la mujer.